viernes, 29 de agosto de 2008

UN AÑO SIN PUERTA


Antonio Puerta Pérez, nacido en Sevilla el 26 de noviembre de 1984, se crió en el barrio de Nervión, muy cerca del Sánchez Pizjuán, y se formó como futbolista en los escalafones inferiores del Sevilla FC. Debutó en Primera División el 21 de marzo de 2004, de la mano del hoy entrenador del Athletic de Bilbao, Joaquín Caparrós, y fue en un partido como local ante el Málaga. En la temporada 2004-05 Puerta alternó presencias en el primer equipo con su participación en el filial, en el que un ex jugador también canterano, zurdo e internacional y ahora entrenador de la primera plantilla, Manolo Jiménez, lo mimó hasta convertirlo en el futbolista desequilibrante que acabó por ser.
Al final de esa campaña el sevillista tuvo un papel destacado en la obtención de la medalla de oro para España en los Juegos del Mediterráneo de Almería 2005. Asiduo desde entonces en las convocatorias de la selección sub'21, Puerta tuvo la oportunidad de debutar como internacional absoluto en un partido oficial ante Suecia, en octubre de 2006. Toda su brillante y rápida trayectoria profesional quedará en la historia del fútbol nacional, pero el sevillismo siempre tendrá en un sitio preferente el gol que marcó el 27 de abril de 2006. Aquella noche, jueves de Feria de Abril, una excepcional volea con su pierna buena, la izquierda, en la prórroga del choque ante el Schalke 04 alemán hizo retumbar las repletas gradas del Sánchez Pizjuán.
El Sevilla se clasificó para su primera final en 44 años y le permitió, posteriormente, ganar la Copa de la UEFA, primer título del club en seis décadas y primero de una serie de cinco (dos copas de la UEFA, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y una Supercopa de España) en quince meses que asombró al mundo futbolístico europeo.
Ahora todos le recordamos y le añoramos, su espíritu permanecerá latente siempre en el corazón del sevillismo .