lunes, 13 de abril de 2009

DOMINGO DE RESURRECCIÓN, GETAFE RESUCITADO


El Sevilla, que llevaba siete jornadas sin perder, con seis victorias y un empate, pierde una gran oportunidad de poner más tierra de por medio en la tercera plaza que ocupa, aunque aún tiene un buen colchón de puntos con el que resistir.


El equipo madrileño cedió el terreno al rival y lo esperó en el centro del campo para tapar todos los huecos posibles por el interior y las bandas.

Ante ello, el conjunto de Manolo Jiménez utilizó el juego directo hacia sus dos puntas, el brasileño Luis Fabiano y el malí Frederic Kanouté, aunque esa fórmula no dio demasiado resultado frente a una defensa bien armada y un portero, el serbio Vladimir Stojkovic, que debutó en la meta getafense motivado por la sanción de Jacobo Sanz y que estuvo seguro en el poco trabajo que le dio el Sevilla.

La formación de Víctor Muñoz pareció buscar que pasaran los minutos sin arriesgar en el ataque, como Roberto Soldado muy solo, y con la intención de que en alguna acción aislada pudiera sorprender a un adversario con las líneas adelantadas.

Los sevillistas, con el paso de los minutos, se desesperaron en el intento de encontrar las vías de penetración ante un rival se mantuvo ordenado, confiado en lo que hacían y que, incluso, dieron un paso adelante en busca de una victoria necesaria por su complicada situación clasificatoria, aunque siempre con poca fe en sus posibilidades.

Así se llegó a la fase final de la primera parte sin que el equipo local rompiera en velocidad y en potenciar sus bien tapadas bandas y sin que el visitante pusiera en verdaderos apuros al meta Andrés Palop, con lo que el empate a cero estaba cantado al descanso.

En la segunda parte se inició con el Sevilla algo más veloz pero también con un Getafe que presionó más arriba, por lo que se vio un partido más intenso.

Jiménez le dio entrada a Diego Perotti, en lugar del italiano Enzo Maresca, para buscar más profundidad por las bandas y el joven argentino pronto protagonizó una jugada que no acabó en gol por poco, pues el remate de Luis Fabiano terminó con el balón repelido por la cepa de un poste.

Esa acción animó a los de Nervión, pero siempre se mostró poco efectivo en el último pase o con poca precisión en el remate, como uno de Luis Fabiano de cabeza, tras pase del recién ingresado Diego Capel, que se le fue fuera por poco.

Lo sí propició el empuje sevillista fue el que el Getafe se replegara y que pareciera que diera por bueno el punto, con lo que el partido se convirtió en un control local en busca de ese tanto que dejara la victoria en el Sánchez Pizjuán, aunque también el afán de los de Jiménez por encontrar gol dio alguna opción a la contra al equipo de Víctor Muñoz.

La opción la encontró el centrocampista Jaime Gavilán y no la desaprovechó tras un error del central francés Sebastien Squillaci, que propició el avance del visitante, quien batió cruzado a Palop.

El tanto llegó en el minuto 82, y de ahí hasta la conclusión se vio a un Sevilla impotente e impreciso al que el Getafe no le costó demasiado trabajo parar y que cuando no pudo hacerlo ahí estuvieron los palos de su meta para impedirlo, como en una acción consecutiva de Kanouté y Luis Fabiano que acabó con el balón repelido por los postes.

Sea como fuere, no los vamos a ganer todos, pero es evidente que era una oportunidad real de poner 12 o 13 puntos sobre el 4 clasificado.

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